miércoles, 29 de junio de 2011

Odio echarte de menos, es tan ridículo. No sé,
 se me explotan las neuronas de pensar los besos 
que nos estamos perdiendo, mi corazón da un 
vuelco al oír tu nombre.  A veces el viento roza mi cara y pienso que eres tú el que me toca. Odio la perfección. Tú eres perfecto, y no te odio, te amo, te quiero demasiado… me cuesta entender como una sola persona pueda manejar tantísimo tu vida, como una única persona pueda ser el centro de todos tus pensamientos, que pueda llenarte, tanto. Que pueda hacer que sonrías como un bicho loco, que pueda subirte trescientos kilómetros por encima del cielo, donde ya ni llega el oxígeno.
Y aún, sigues queriéndole, tanto, que ni los números llegan a tanto

No hay comentarios:

Publicar un comentario